El humo del cigarrillo causa cáncer en los pulmones y otras enfermedades respiratorias, tales como el enfisema pulmonar. Tanto las personas que fuman como las personas a su alrededor que inhalan su humo pueden desarrollar estas enfermedades.
Algunos efectos tardíos son: dientes manchados, mal aliento y cáncer en la boca. El masticar tabaco puede hacer que los dientes se aflojen y se caigan con el tiempo, hasta el punto de generar cáncer oral.
Una de las causas de muerte en el mundo, es el consumo de tabaco. Todos los años mueren más de 5 millones de personas en el mundo a causa del cigarrillo. Al no se tomarse medidas preventivas en el año 2030 la cantidad de muertes serían de 10 millones; 7 millones de estas tomarían lugar en países pobres.
Se calcula que la mitad de los fumadores activos mueren de una enfermedad relacionada al consumo del cigarrillo y que su esperanza de vida baja en un promedio 10-15 años a la de los que no son fumadores.
El sistema inmune en los fumadores activos, funciona el doble de los que no fuman cigarrillos. En consecuencia, la sangre de los consumidores de cigarrillo que contienen menos antioxidantes, tienen un sistema inmunológico más efectivo y que puede responder a las enfermedades debido a su carácter más funcional.
Algunas personas prefieren fumar después de las comidas para que les permitan digerir el alimento más rápido. En realidad, esto se da por que la prioridad del organismo separan la digestión de los alimentos con el propósito de proteger las células de la sangre y las toxinas de lavado de cerebro.